domingo, 17 de junio de 2018

ALOJAMIENTO Y TRANSPORTE EN EL DÍA DEL PADRE



Jano Colcerniani

Moscú, 17 de Junio.
Tres hostels tenía reservados en Moscú. Quería en los 9 días conocer y vivir en barrios diferentes.
El día que llegué me enteré x un mensajito que el primero había sido clausurado por Salud Pública, en el segundo, el Boxtel Cápsule, al principio no lo quise porque era asfixiante de lo chiquito, pero al final me terminé haciendo compinche del empleado y el té gratis era exquisito.
El último, sin palabras. Sólo cuando se porten mal vengan al Karlov Most de Moscú. Aparte de mugriento y oloroso, el ambiente es feo (seguro x el precio). Durante la noche, me despertaron los gritos de un hombre grande, que nos decía que "el había pagado toda la pieza y nos teníamos que ir", apareció la señora rusa que cuida y le decía: "Ud está borracho, tome agua y vaya a dormir".
Más tarde, eran casi las 4 y apareció mi vecino de la cucheta de abajo a los gritos y eructos con otros dos. Todos gordos y altos. Yo estaba durmiendo vestido y en cualquier momento agarraba mis zapatillas que tenía de almohada y salía corriendo.
Hoy temprano cuando me fui, vi al lado de la cama la camiseta de Islandia.
A las 9 me encontré con mi compinche en el hostel viejo. Otro té gratis y pedimos un Uber para el aeropuerto, porque salía más barato que sumar el tren más el metro de los dos. Así que me ayudaron a usar la aplicación y recibí los datos del auto y chófer. En un minuto teníamos que estar en la esquina, decía el mensaje.
Un Opel, patente 317, un Opel, patente 317, me repetía mientras miraba todos los autos estacionados.
Ahí me di cuenta que papá Aldo tenía un Opel y su número era el 317, 17 por el, 3 por nosotros.
Me di cuenta que era el Día del Padre.

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